La Gran Tenochtitlan

Los mexicas -llamados también aztecas- fueron un pueblo indígena de filiación nahua que tras una larga peregrinación fundó México-Tenochtitlan. Esta ciudad hacia el siglo XV se convirtió en el centro de uno de los Estados más extensos que conoció la Mesoamérica precolombina. Aliados con otros pueblos de la cuenca lacustre del valle de México -Tlacopan y Texcoco-, los mexicas sometieron a pueblos indígenas que ocuparon el centro y el sur del territorio actual de México.
La leyenda indígena sitúa el origen de los mexicas en Chicomóztoc (náhuatl: chicome-oztotli-co, “Lugar de las siete cuevas”), sitio relacionado con Aztlán -de donde se deriva azteca-, aunque no existe consenso sobre el punto exacto donde se encontraría el sitio. La lengua de los mexicas era el náhuatl clásico, que actualmente es la lengua indígena con la mayor comunidad lingüística en México.
A la llegada de los españoles, los mexicas mantenían relaciones de tensión con los pueblos sometidos, a los que les imponían fuertes cargas tributarias. Esta situación fue aprovechada por los invasores en 1519, que rápidamente establecieron alianzas con los zempoaltecas y los tlaxcaltecas. El fin del Estado mexica ocurrió en 1521, con la derrota final de Tenochtitlan por parte de los españoles.

Localización

Tenochtitlan estaba ubicada en la zona lacustre de la cuenca de México, sobre un islote al occidente del lago de Texcoco. La extensión geográfica del Estado mexica ocupaba la mayor parte del centro y sur de la actual República Mexicana, se extendía desde el poniente del valle de Toluca, abarcando casi todos los estados de Veracruz, Puebla, en el centro, Hidalgo, México y Morelos, en el sur; gran parte de los estados de Guerrero y Oaxaca, así como la Costa de Chiapas hasta la frontera con Guatemala. Sin embargo, quedaban fuera de su dominio los señoríos de Meztitlán (en Hidalgo), Teotitlán y Tututepec (en Oaxaca), Purepechas (en Michoacán), Yopitzingo (en Guerrero) y Tlaxcala.

La ciudad azteca

La ciudad estaba cruzada de lado a lado por tres amplias y largas avenidas (Calzadas) que se extendían hasta tierra firme. Los calpullis (algo así como barrios) estaban divididos por tlaxilcalli o canales y, paralelos a estos, siempre había una amplia calle. Los canales se cruzaban por puentes de madera que de noche eran retirados.
Los canales se usaban para el transporte con barcas hechas de totoras (plantas con tallos de uno a tres metros de largo). Había barcazas para la recolección de desperdicios y otras para la recolección de excremento, que era utilizado como abono en las chinampas. Alrededor de mil personas estaban encargadas de la limpieza de las calles. Bernal Díaz del Castillo comenta su sorpresa al encontrar letrinas en las casas particulares, en el mercado público y en los caminos.
Originalmente Tenochtitlan fue un pequeño islote en el lago de Texcoco y fue ampliada artificialmente hasta alcanzar unos 13.5 kilómetros cuadrados. No existe un consenso sobre la población de Tenochtitlan, la mayor parte de los historiadores dan un valor conservador entre 80,000 a 230,000 habitantes, más grande que la mayor parte de las ciudades europeas de su época, Constantinopla (con 200,000 habitantes), París (con 185,000) y Venecia (con 130,000).
Tlatelolco originalmente era una ciudad independiente del poder mexica, pero eventualmente fue sometida, absorbida y convertida en un suburbio de Tenochtitlan. La ciudad era una de las ciudades más prósperas del mundo.
A pesar de que el lago de Texcoco era salado, la ciudad estaba rodeada de agua dulce gracias a los diques construidos por los mexicas que permitían concentrar ahí el agua proveniente de los ríos que alimentaban al lago. La ciudad contaba con dos acueductos que tenían dos canales, que Bernal describe como "del ancho de un buey". Esto permitía mantener un canal en operación en tanto se le daba mantenimiento al otro.
Esa agua era principalmente usada para lavado y aseo. Los mexicas acostumbraban tomar dos baños al día, y se reporta que Moctezuma tomaba cuatro. Usaban la raíz de Coplaxócotl (saponaria americana) como jabón, y la raíz de Metl para el lavado de la ropa.
La simetría de la ciudad era mantenida por medio de un funcionario llamado calmimilócatl, que debía supervisar cualquier construcción y evitar que se invadieran las calles y canales, que eran previamente construidos.
Cada uno de los calpullis tenía una personalidad, pues usualmente los artesanos y artistas se agrupaban en algún calpulli y competían contra los de otros calpullis. Actualmente, en la zona sur de la ciudad de México aun se les llama calpullis a las organizaciones generadas en torno a las iglesias católicas, y en las fiestas populares aun compiten entre ellas.
Cada calpulli tenía asignada una zona de tierra cultivable y sus habitantes se repartían el trabajo de sembrar y cosechar, lo que estrechaba más los lazos entre los vecinos del calpulli. Esta forma de posesión comunal de la tierra persiste en algunos pueblos del México moderno y desde entonces los campesinos siguen luchando por mantener esas tierras comunales.
Cada calpulli tenía su propio tianquiztli (mercado). Actualmente en casi todo México se les llama tianguis a los pequeños mercados que se ponen un solo día a la semana.
Además del mercado del calpulli existía un mercado principal en Tlatelolco. Cortés reporta que este mercado era dos veces más grande que la ciudad de Sevilla y que había 60,000 personas comprando y vendiendo diariamente. Bernardino de Sahagún nos da una cifra más conservadora de 20,000 personas durante días comunes y 40,000 en días de fiesta.
En el centro de la ciudad, dentro de un recinto amurallado, estaban los principales templos y la casa de los jóvenes, y cerca de allí, el palacio de Moctezuma, que disponía de 100 habitaciones con baño propio para los visitantes y embajadores. Ahí se alojaron los invasores españoles, junto con sus aliados Tlaxcaltecas.
El palacio de Moctezuma tenía varios anexos. Uno de ellos era la casa de las fieras, que albergaba animales de casi toda Mesoamérica. Un recinto estaba dedicado a las aves de rapiña y el otro a una gran diversidad de aves, reptiles y mamíferos. Alrededor de 300 personas cuidaban a los animales. Había también un jardín botánico dedicado especialmente a plantas medicinales. Otra sección contenía una especie de acuario, con 10 estanques de agua salada y 10 estanques de agua dulce para peces y aves acuáticas.

Referencias

Probablemente la obra más importante para conocer acerca de los mexicas es el trabajo de Fray Bernardino de Sahagún, quien enseñó a los indígenas las letras europeas y los entrevistó para que ellos mismos escribieran su historia en su propio lenguaje. Sahagún escribió una versión muy censurada en español, por las autoridades, mientras que el original en náhuatl no fue traducido por completo hasta el siglo XX.
Existe también la obra de los primeros misioneros enviados a México, como Fray Diego Durán o Fray Diego de Landa, Motolinía y Jerónimo de Mendieta.
Entre los autores indígenas y mestizos más importantes están: Fernando Alvarado Tezozómoc, Alva Ixtlixochitl, Muñoz Chimalpain Cuahutlehuanintzin y Juan Bautista de Pomar. Además existen algunos manuscritos anónimos. Es importante conocer la obra escrita y poética de este pueblo como parte de la tradición de la poesía precolombina.

http://es.wikipedia.org/wiki/Civilizaci%C3%B3n_azteca